
Introducción:
Hojas de palmito (Chamaerops humilis). Fibra tradicional andaluza usada desde tiempos
inmemoriales, indispensable para la elaboración de objetos y útiles en nuestra vida
cotidiana. Además de múltiples usos en cualquier actividad relacionada con el campo.
La palma tiene gran presencia en el paisaje semiárido, por eso es típico en nuestras tierras
de la cuenca del mediterráneo y norte de África. Es parte de nuestra milenaria herencia
cultural, y es impermeable a los posibles cambios climáticos de la futura Andalucía.
Objetivos:
Conocer y experimentar las mañas de la cestería del palmito mediante la elaboración de
objetos tradicionales útiles y decorativos de una forma práctica, amena y adaptada.
Destinatarios:
Cualquier persona interesada.
Acompañantes:
José Ramos Romero, abuelo hortelano que aún con 90 años está conectado con la
naturaleza, y su campo.
Ignacio Herrera Ramos, nieto y aprendiz. Colaborador.
Rubén Macias, amigo, y aprendiz. Colaborador.
Salva, amigo y aprendiz. Colaborador.
Fases:
Ripiado, deshoje y puesta a punto. Trenzado de tomiza/cuerda o empleitas.
Elaboración del útil.
1. Recolección: Laboreo y cosechado.
La recolección del “cogollo de la palma”, vulgarmente dicho, se
realiza durante el verano para poder realizar el secado óptimo.
Este procedimiento se inicia con la selección y corte de las hojas que
se ubican en el interior del cogollo o centro de la copa de la palmera,
que son de color verde claro, casi blanco.
La materia prima se ha recolectado siempre de forma directa en el campo, sin embargo, a
partir de los años noventa, con la entrada en vigor de la ley de protección de los espacios
naturales, muchos artesanos, para no incurrir en sanciones, empezaron a comprar la
materia prima, mientras que otros sustituyeron la fibra vegetal por fibra sintética.
Se puede confundir con la venta ilegal de cogollos de palmito, el cuál su recolección se basa
en la muerte de la palma ya que se arranca de raíz, y es la base-centro lo que se comercializada y se come.
2. Secado
Las hojas se dejan secar al sol durante aproximadamente un mes para que se "curen", es decir, para que tomen su característico tono amarillento. El secado se suele realizar directamente en el campo o bien en el patio o techo de la casa. Sucesivamente, a cada hoja de palma se le corta el raquis o matis y los extremos que, por su dureza y rigidez, podrían dificultar la manipulación durante el trenzado.
3. Hidratado
Antes de utilizar la materia prima almacenada es necesario remojarla para devolverle flexibilidad y evitar que se parta al manipularla. Con esta finalidad la palma se sumerge en agua durante una o dos horas (dependiendo de si se utiliza agua caliente o fría) y al sacarla se envuelve en un paño para que no pierda la humedad.
4. Cestería trenzada
Las técnicas de trenzado empleadas son dos: la empleita y el nudito.
Para la técnica de la empleita se realizan tiras trenzadas de varios grosores, dependiendo del número de ramales que se empleen, siendo siempre impares.
Normalmente se utiliza una empleita de entre nueve y trece ramales.
La técnica del nudito se realiza a partir de la tomiza, trenza sutil conformada por tres ramales. La confección del objeto comienza siempre por el punto central de la base, enrollando la empleita o la tomiza en forma de caracol. La espiral de empleita se sujeta con pequeñas puntadas internas que los artesanos realizan con una aguja especial, ensartada con guita, mientras que la espiral de tomiza es sujeta mediante pequeños nudos realizados manualmente con una tira delgada de palma.
A medida que avanza la confección, cuando se ha terminado una tira de empleita o una tomiza hay que empalmarla con una nueva, tendiendo cuidado de que no se note externamente. En ambas técnicas, se repite el mismo procedimiento en todas las vueltas de forma sucesiva hasta obtener la forma del objeto deseado.
5. Acabado
Terminada la confección de los objetos, se procede a cortar todas las fibras salientes con una navaja o tijera para que no quede nada a la vista. Una vez terminada la pieza se pueden introducir motivos decorativos, incorporando varetas de tonalidad diferente o bien cinta de tela o rafia de colores.
Objetos: Capacho, Reores, Esportilla, Roete, Escoba, Botella, Cenacho.
Asociaciones colaboradoras: RAC y La Almáciga.